En la mayoría de procedimientos de revestimiento industrial, la limpieza y preparación de la superficie que será tratada es el primer paso a seguir, si lo que se quiere es obtener como resultado un sistema de protección duradero en el tiempo.
En esta primera etapa de limpieza abrasiva, el proceso de limpiado puede efectuarse mediante diferentes técnicas, siendo las más comunes:
Los abrasivos son materiales caracterizados por su elevada dureza y alta capacidad de corte, de hecho, muchos de ellos provienen de minerales extraídos directamente de la naturaleza, como es el caso de la arena.
Entre los tipos de abrasivos, se clasifican en dos tipologías, por un lado los abrasivos no metálicos, entre los que encontramos las bolas de plástico, bicarbonato, esponja o la pepita de aceituna. Y por otro, más empleados en el sector industrial, los abrasivos metálicos como el hierro maleable, la granalla de acero o el acero fundido.
Es importante saber que las empresas especializadas en el sector que ofrecen entre sus servicios la limpieza abrasiva, no emplean químicos que puedan afectar tanto a la superficie como el medio ambiente.